Sintomas de enfermedades sexuales ETS

1 04 2007

Si sabemos o sospechamos que esa persona con la cual empezamos a salir ha cambiado muchas parejas y ostenta una vida sexual muy alternante y prolífica sabemos que tiene más posibilidades de haberse contagiado y éste sería el primer elemento a tener en cuenta. Pero puede darse el caso que uno no sepa cuál es la vida sexual de su nuevo partenaire y entonces hay algunos datos que no podemos soslayar:
1. Si hay lastimaduras o manchas en la piel (palma de las manos y de los pies especialmente), erupciones o llagas y lesiones ulceradas en zona genital que nos pueda hacer pensar en lesiones sifilíticas.
2. Si hay secreciones (“flujo”) en la vagina, amarillentas o blancuzcas, que pueden ser malolientes; propias de los hongos, las tricomonas y la gonococcia (blenorragia).
3. Si hay supuraciones a través del orificio de la uretra, o sea el orificio externo, que nos haga pensar en una blenorragia o gonorrea (llamada popularmente “purgación”).
4. Si hay irritación y enrojecimiento con granitos en el glande que podría indicar una infección bacteriana o micótica (hongos) del pene.
5. Si sabemos que esa persona se queja de ardor miccional, vaginal o vulvar (vaginitis, herpes, tricomoniasis).
6. Si se rasca con frecuencia en la zona pubiana, propio de una micosis o de la pediculosis (“ladilla”, un tipo de piojo que ataca el vello del pubis).
7. Si hay erosiones pequeñas en zona genital o ganglios (granulomas, chlamydias, SIDA).
8. Si vemos lesiones en forma de vesículas, a veces asociadas con ardor o dolor, puede suponerse un herpes virus, sobre todo cuando es recurrente y aparece periódicamente.
9. Si esa pareja tiene fiebre persistente puede hacernos pensar que padece una virosis de tipo hepatitis B (también se puede presentar ictericia – color amarillo-), por SIDA o, incluso, por chlamydias.
10. Si notamos una coloración amarillenta de la piel y conjuntivas junto a diarreas y dolores abdominales nos orientarán hacia una hepatitis B (que es altamente contagiosa por vía sexual).
11. Cuando detectamos la presencia de verrugas en el glande del pene o en la vulva, a veces con picazón y ardor, que nos haga suponer un HPV (virus del papiloma humano).
12. Si notamos que hay rascado por picazón de la piel o mucosas anal o vulvar podemos pensar en ciertas parasitosis.